Más allá de la simpática historia de las hermanas Bejarano (Magdalena, Belén y Eduvigis) sobre su famosa torta “Bejarana” y de los beneficios que ellas obtuvieron por la emisión de la Real Cédula de Gracias al Sacar emitida en el año de 1795, el hecho que trasciende aquí es que ese evento deja al desnudo la realidad política y social de los habitantes de la Capitanía General de Venezuela.

En este caso, los llamados “mantuanos” protestaron en contra de dicho instrumento real ya que el mismo traería como consecuencia que los “pardos” obtuviesen derechos que hasta la fecha sólo eran del usufructo de los “blancos”.

Es por ello que la clase política mantuana que dirigía los destinos del Ayuntamiento de Caracas (entre los que se encontraban Juan Joseph Berastegui, Carlos Palacios y Blanco, el Marqués del Toro, Ysidoro Antonio López Méndez, Cayetano Montenegro, Rafael González y Juan Bautista de Echeverría) escribieron una carta de rechazo a S.M. el rey Carlos IV donde en una parte de la misma dicen lo siguiente:

“…con motivo de la Real Cédula de Gracias al Sacar expedida el 10 de febrero de 1795, y mirando todos los puntos que contiene a conservar el orden público, y evitar graves perjuicios al Estado que cree más interesado en la materia; suplicamos a vuestra excelencia se sirva interponer su poderoso influjo para que S. M. se digne recibir con agrado los humildes reclamos de los vasallos europeos, y naturales vecinos de esta Provincia”.

Esta oposición a la decisión del rey de España no es una simple manifestación de desacuerdo, sino que dicha Real Cédula constituía un cambio de paradigmas para los habitantes de América y en este caso específico, para los que vivían en la Capitanía General de Venezuela donde se comienzan a presentar los signos de una igualdad de condiciones entre “blancos” y “pardos”, siendo estos últimos una clase que no sólo había aumentado en población, sino que parte de ella tuvo poder económico el cual utilizó para acceder a ciertos beneficios que antes no se les permitía.

Pero es que además de este asunto, nosotros vamos más allá para plantear que es importante recordar que a esto se le suman los desencuentros en materia económica de la casta mantuana con las autoridades de la corona y el descalabro ocasionado por la toma de España por parte de Napoleón Bonaparte durante el reinado de S.M. el rey Fernando VII, lo cual nos llevó al inicio del proceso de revolución que terminó en la independencia de América.

También es necesario recapitular que al principio del proceso independentista, los llamados «pardos» no acompañaron a la clase mantuana en este movimiento dado al incumplimiento de lo acordado previamente, como ocurrió por ejemplo en la ciudad de la Nueva Valencia del Rey en 1811, donde la población apoyó un movimiento que impulsaron “los pardos” en contra del nuevo gobierno caraqueño y que culminó con el sitio de Valencia comandado por el general Francisco de Miranda, donde murió un porcentaje importante de la población y que constituyó en el primer hecho de sangre importante en el inicio de esas luchas.

Carlos Cruz

galeno1999@yahoo.com

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