Nació el 13 de junio de 1790, en la población de Curpa – estado Portuguesa; es uno de los once generales en jefe de la Venezuela Heroica; después de haber sido en 1807, peón en la hacienda, «La Calzada»-Barinas de Manuel Antonio Pulido, hasta llegar a la magistratura nacional.

Destacó como oficial subalterno y como jefe, por su astucia, patriotismo, valor y tenacidad.

Reconocido con los cognomentos de:

el impertérrito, el Centauro, el León de Payara, el Taita, el Catire, la Primera Lanza del Mundo y Ciudadano Esclarecido.

Conoció al Libertador el 31 de enero de 1818 en el Hato de Cañafistola – Achaguas, Apure.

Páez lo admiró y respetó.

Varias acciones llevan su sello personal, verbigracia:  Achaguas,(Sep.1816), El Yagual,( Oct.1816), Mucuritas,( Ene.1817), y Las Queseras del Medio, ejecutada el 2 de abril de 1819, con audacia y heroísmo,  con ciento cincuenta llaneros con su lanzas erizadas, derrotaron a mil doscientos soldados del ejército realista del general Pablo Morillo.

Páez, es el héroe indiscutible de la magna batalla de Carabobo; ascendido a general en jefe en la histórica llanura.

Antes de salir de Achaguas, hacia la concentración del Ejercito Libertador en San Carlos, prometió en agradecimiento a los esperados triunfos, la  imagen del Nazareno; promesa cumplida  en 1835.

El 8 de noviembre de 1823, en horas nocturnas asaltó los trincherones Príncipe, Princesa y Corito, en poder del general Sebastián de la Calzada, cercanos al castillo San Felipe.

Único combate, donde aplicando el Principio de la Guerra de «Sorpresa», por llegarles el agua al cuello, avanzaron sigilosamente desnudos.

Páez ofreció una honrosa Capitulación a un ejército vencido más no humillado.

En 1826, se involucró en el movimiento nacionalista nacido en Valencia conocido como «la Cosiata», que dio origen a la separación de Venezuela de la Gran Colombia, sueño integracionista de El Libertador.

Actividad realizada por parte del Congreso Nacional, reunido en Valencia el 14 de octubre de 1830, en la «Casa de la Estrella», sede de la Ilustre Academia de Historia del estado Carabobo.

Fue Presidente en tres ocasiones:

1830 hasta 1835.

1839 hasta1843.

1861 hasta1863.

Estableció facilidades para el ingreso de inmigrantes canarios, luego de alemanes, que se instalaron en la Colonia Tovar en 1843.

Salió del país exiliado en tres ocasiones.

En julio de 1833, decretó la creación de la Biblioteca Nacional

Ese año fundó varios Colegios Nacionales en diferentes ciudades.

El de Valencia, funcionó en la Casa de la Estrella.

tuvo rango ministerial en 1874; por Decreto Presidencial el 15 de noviembre de 1892, recibió la denominación de:

*»Ilustre Universidad de Carabobo»*.

En julio de 1835, cuando la fallida Revolución de Las Reformas, depuso al Presidente José María Vargas y enviado desterrado a Saint Thomas; el general Páez, controló la situación y sin ambiciones de poder, reincorporó en el cargo al ilustre Dr. Vargas.

El «Centauro», patrocinó en 1841, la importante obra de Rafael María Baralt y Ramón Diaz, «Resúmen de la Historia de Venezuela», editada en París.

Igualmente envió ese año a Baralt a Inglaterra, para revisar lo correspondiente a los límites fronterizos entre Venezuela y la Guayana Inglesa hoy Guyana.

En 1842, ordenó la repatriación de los restos de El Libertador desde Santa Marta.

Páez sufrió en 1849, por parte de sus antiguos compañeros de lucha, vejación y cárcel en Caracas y Cumaná.

En 1856, fue invitado de honor por parte de Napoleón III rey de Francia; al declinar Páez por no tener uniforme, el rey ordenó la respectiva confección.

El 28 de octubre de 1862, promulgó el Primer Código Civil de Venezuela, (tuvo como fuente el elaborado en Chile por nuestro Don Andrés Bello).

Fundó en 1863, el Colegio de Abogados de Venezuela.

A causa del triunfo Federal, con mil pesos que le obsequio el magnánimo general Juan C. Falcón, salió desterrado ese año hacia los EE. UU, donde tradujo del francés al castellano *»Las Máximas de Napoleón Aplicadas a la Guerra»*.

En 1869, publicó en Nueva York su Autobiografía en dos tomos; iniciada en 1863.

Visitó varios países, recibió grados honoríficos reconocimientos y múltiples atenciones.

El general realista Pablo Morillo, de los mejores oficiales en América, en carta al rey Fernando Vll escribió:

*»Dadme a un Páez y cien mil llaneros y le pongo Europa a sus pies»*.

El «Taita» Páez, falleció en una sencilla vivienda ubicada en la calle 20 Nr.42, en New York, de Bronconeumonía el seis de mayo de 1873. Lo embalsamó gratuitamente el médico cubano Federico Galvez.

Por no disponer de recursos económicos, fue enterrado en el Cementerio Municipal de esa ciudad.

Sus restos a punto de ser colocados en fosa común, luego de quince años fueron repatriados, gracias al general Hermogenes López,  Presidente Encargado, nacido en Naguanagua.

Los restos del «Centauro» ingresaron al Panteón Nacional el 19 de abril de 1888.

El Centauro era Barítono, compositor de la Letra y Música de sus canciones; igualmente tocaba violín, arpa, piano y violonchelo.

Autor de: » Flor del Retiro», «Escucha Bella María», «El Pescadero» y «Santísima» entre otras.

En el Museo Histórico Nacional de Argentina, se encuentra un cuaderno con sus inéditos manuscritos musicales.

Su residencia en Valencia adquirida en 1822, la convirtió en una «Casa de la Cultura» , por las actividades teatrales y artísticas que allí se realizaban.

En los descansos que le proporcionaba la vida en campaña, ejecutaba con sus soldados cantos patrióticos, entre ellos: » El Canto de la Sabana».

Un acertado retrato espiritual elaborado por el «Poeta del Pueblo», Andrés Eloy Blanco:

*» A través de Páez, se llega inmediatamente a Venezuela, no hay un personaje que se haya parecido más a su autor, no hay un patriota más parecido a su patria, y no hay un guerrero que haya parecido más a su campo de batalla »* .

Plazas, universidad en el municipio San Diego, municipios en: Apure, Portuguesa, Zulia y Miranda, un cuadro al óleo sobre lienzo en el Museo Smithsoniano de Arte Americano de Washington; monumentos nacionales y en la Plaza Constitución en Buenos Aire, avenidas, monedas, instalaciones civiles y militares, condecoración militar, dignas Promociones de personal militar, unidades militares y diversas instituciones, honran su valioso desempeño emancipador y ciudadano, quien nació y murió sin recursos económicos.

Hemos sido egoístas en no designar el estado Portuguesa con su Insigne nombre; tal como sucede con el estado Zulia con la merecida denominación del «Siempre Leal», el general Rafael Urdaneta.

Extracto de la canción «Flor del Retiro».

*»Que triste es la vida,

de luto cubierta,

llevando en el pecho,

un solo dolor»*.

Eumenes Fuguet Borregales.

eumenes7@gmail.com.

 

 

 

 

 

 

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