Durante el primer período presidencial del  porteño, el general en jefe Juan José Flores en la República del Ecuador, considerando que las islas Galápagos  ocupadas por unos pescadores ingleses,  estaban sin paternidad oficial,  decidió enviar en  febrero de 1832 una expedición al mando del coronel Ignacio Hernández para ocuparlas oficialmente. Hernández natural de  San Esteban cerca de Puerto Cabello, lugar de nacimiento de Flores, del Gral. Bartolomé Salom y del almirante Agustín Armario, arribó a las islas Galápagos el  9 de febrero a bordo de la goleta «Mercedes», materializando la posesión el 12 de febrero, colocando la bandera tricolor, saludada con tres salvas de fusilería, procediendo a leer el Acta respectiva, mediante la cual se daba la denominación de archipiélago del Ecuador, anexándola  al patrimonio nacional de la República del Ecuador; igualmente designó a  Santa María, una isla cercana situada al Sur,  recordando una de las carabelas de Colón, con el nombre de “Floreana” en homenaje a su paisano Juan José Flores.  El gobierno ecuatoriano designó en octubre de ese año al general José de Villasmil primer gobernador de las islas con varios soldados en condición de colonos. El inmenso archipiélago le oficializa a la República del Ecuador, soberanía hasta China, Japón, Rusia y demás países que se encuentran al Oeste de este segundo reservorio marino en el mundo, ubicadas en el Océano Pacífico a 970 kilómetros al oeste del territorio continental. El coronel Ignacio Hernández, cual héroe anónimo tuvo participación militar en diversas acciones ejecutadas en Venezuela. Después de la brillante Campaña de Carabobo, por disposición del Libertador fue enviado a mediados de 1821, al Sur del continente para continuar la lucha redentora. Como coterráneo y hombre de confianza de Flores, luego de las batallas de Pichincha “Cima de la libertad”, realizada el 24 de mayo de 1822 y Tarqui, cerca de Cuenca 27 de febrero de 1829, ambas ejecutadas exitosamente por el general Antonio José de Sucre, “El prócer más puro de la independencia americana”, Hernández permaneció en la hermana República cumpliendo actividades administrativas, entre ellas la ocupación en nombre del gobierno del archipiélago de Galápagos, integrado por 13 islas mayores, 6 islas menores y 42 islotes, que cubren un área de 7.850 kilómetros cuadrados; islas con gran cantidad de tortugas gigantes, lobos marinos, aves, una espectacular flora y fauna marina e inclusive pingüinos.

Este conjunto de islas fueron descubiertas por equivocación, por el sacerdote español Fray Tomás de Berlanga, obispo de Panamá el 10 de marzo de 1535,  al ser desviado de la ruta por la corriente marina, mientras se dirigía al Perú para resolver problemas de maltratos a los indígenas por parte de los colonizadores.

El coronel Ignacio Hernández regresó a Venezuela en 1845; fallece en un combate  de los tantos que hubo después de la independencia a causa del caudillismo. El científico inglés Charles Darwin (1809-1882), como integrante de una expedición científica durante cinco años a través del mundo a bordo del buque Beagle, en un período de cinco semanas entre septiembre y octubre de 1835, realizó en esas maravillosas islas sus importantes investigaciones, que le sirvieron para publicar en 1859, su famoso trabajo  “el Origen de las Especies», conocido en la época como «El libro que  sacudió al mundo«, ya que concebía el concepto del desarrollo de todas las formas de vida a través del proceso lento de la selección natural. En mayo de 1861, estas islas fueron elevadas a la categoría de Provincia  capital  Floreana; en 1865 se denominó Archipiélago Colón. En 1973, es designada Provincia de Galápagos, capital Puerto Baquerizo Moreno

En 1978 la UNESCO las declaró “Patrimonio Natural de la Humanidad”. En 1985, de nuevo la UNESCO las declaró «Reserva  Mundial de la Biosfera”, además de ser una Provincia ecuatoriana también son denominadas «Parque Nacional Galápagos».

Estamos en deuda con el reconocimiento público que merece el coronel porteño Ignacio Hernández, por ocupar oficialmente el 12 de febrero de 1832 este magnífico reservorio de la humanidad, las cuales estaban en los ojos de otros países para explotar sus riquezas y aprovechar la plataforma continental que ellas genera.