“Asamblea de 1826: Sometemos de buena Fe los hechos que prueban los abusos y usurpaciones con que el Vicepresidente de la República, General Francisco de Paula Santander, ha tiranizado la felicidad de estos habitantes, los errores de su administración, la facilidad que las leyes fundamentales prestan para colorir las maquinaciones de sus venganzas, y la necesidad en que estamos de establecer nuestra seguridad y bienestar sobre bases firmes que aseguren nuestra tranquilidad interior, la defensa de nuestros enemigos exteriores y la prosperidad general”.
Entre 1826 y 1858 ocurrieron varios hechos políticos trascendentales en la antigua “Provincia de Carabobo” los cuales son merecedores de comentar por lo interesante de los mismos y porque representan materia de estudio y análisis para cuando se edite una nueva y actualizada versión de la historia de Carabobo.
Por tal motivo, comenzaremos nuestro análisis por los sucesos ocurridos en el año de 1826 en la ciudad de Valencia en la iglesia de San Francisco (Convento de San Buenaventura), donde los diputados de las municipalidades de los departamentos de Venezuela y Apure se reunieron para analizar la tensa situación que existía entre las entidades regionales y el gobierno central en Bogotá dirigido por el Gral. Francisco de Paula Santander.
Esta asamblea fue la consecuencia de una suma de varias situaciones que fueron ocurriendo en el tiempo posterior de la partida de Bolívar de Venezuela a la campaña del sur, en las que un grupo de intelectuales comenzaron a publicar sus opiniones en la prensa local que eran reflexiones políticas sobre la forma en que el militar neogranadino gobernaba la naciente república.
Los eventos en cuestión se centraron en que Santander era acusado desde Valencia de fracturar el equilibrio de los poderes públicos al dejar “literalmente” al judicial y el legislativo subordinados (de hecho) por el poder ejecutivo, de lesionar económicamente a los departamentos por sustraer dinero de ellos (sin sus consentimientos) para ser destinados a la campaña del sur, de colocar en los cargos públicos a gente de su entorno obviando a muchos héroes de guerra venezolanos con la excusa de que “no los conocía” y además también aseguraban que Santander sometía a Venezuela a una gran exclusión en materia educativa porque mientras desde Bogotá se conocían las noticias de los avances que se hacían en esta materia, en Venezuela todavía estaban anclados al sistema educativo de 1809 por lo que concluían que el Gral. Santander estaba dedicado a “tiranizar” la felicidad de Venezuela.
Sumado a estos aspectos nos encontramos también con el problema de los supuestos desmanes ocurridos durante la recluta en Venezuela ordenada desde Bogotá, la destitución del Dr. Miguel Peña como presidente de la Alta Corte de Justicia, el fusilamiento del coronel venezolano Leonardo Infante bajo violación fragante del debido proceso por parte de Santander y la destitución como jefe militar de Venezuela del general José Antonio Páez y encarcelamiento del mismo.
Toda esta revuelta política que concluye con el rescate del Gral. José Antonio Páez de la cárcel y el nombramiento como Jefe Civil y Militar de Venezuela, activan el proceso que conduce al desarrollo del Congreso de 1830 donde Venezuela se separa de la República de Colombia para crearse la República de Venezuela.
Por cierto, esta situación con la “hermana república” no es una novedad ya que cuando formábamos parte del Virreinato de la Nueva Granada desde lo que fue la Provincia de Venezuela la sociedad civil se organizó y envió un emisario al rey de España para solicitar la separación del Virreinato para que fuésemos una unidad político territorial independiente que terminó siendo la Capitanía General de Venezuela el 8 de septiembre de 1777.
Lo ocurrido en la asamblea en la ciudad de Valencia en 1826 fue un evento político en el que se hizo un análisis objetivo de la situación que padecían los venezolanos cuya naciente nación fue la que más sacrificó vidas, la que quedó en peores condiciones económicas y la que sufrió más daños en su estructura social, por lo que no se podía reaccionar de otra forma ante los complejos y pretensiones del Gral. Santander.
La Asamblea de los diputados de los Departamentos de Venezuela y Apure en 1826 en el templo de San Francisco de la ciudad de Valencia, cronológicamente hablando, constituye uno de los episodios políticos de trascendencia nacional más importantes durante la vigencia de la “Provincia de Carabobo”.
Carlos Cruz
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