El 10 de abril de 1883, mediante decreto presidencial del general Antonio Guzmán Blanco, autodenominado incluso en el encabezamiento del decreto “Ilustre Americano y Regenerador de Venezuela”, se creó la Academia Venezolana correspondiente de la Real Academia Española.

El texto del decreto es como sigue:

“Art. 1°.- La Academia Venezolana Correspondiente de la Real Academia Española de la Lengua, que conforme a lo manifestado por aquel respetable Cuerpo, ha de formarse de los dieciocho individuos a que se refiere la comunicación dirigida a la Real Española a la Junta preparatoria de la Venezolana [sic], en 26 de enero último; se instalará a expensas del Tesoro Federal de la República en el lugar y día, que por el órgano del Ministerio de Instrucción Pública se designen.

Art. 2°.- La Academia Venezolana, tiene además de los deberes que le conciernen en su calidad de Correspondiente de la Real Española, la obligación de informar al Ejecutivo Federal acerca del mérito y circunstancias de las obras literarias que someta a su examen, y no podrá en ningún caso emitir juicio sobre obra alguna, a menos que sea por expreso mandato de la Real Academia Española.

Art. 3°.- La asignación anual aplicable a útiles de escritorio, publicaciones y premios de certámenes, será determinada por resoluciones especiales del Ministerio de Instrucción Pública.

Art. 4º.- En todo lo relativo a la organización y natural desarrollo de la Academia Venezolana, esta se regirá por los Estatutos de la Real Academia Española y los que ella dictare en uso de sus facultades.

Art. 5º.-El Ministro de Instrucción Pública queda encargado de la ejecución de este Decreto y de comunicarlo a quienes corresponda.

Firmado, sellado y refrendado en el Palacio Federal de Caracas, a diez de abril de 1883. Año 20° de la ley y 25° de la Federación”. Firma el decreto Guzmán Blanco y lo refrenda el ministro de Instrucción Pública, Aníbal Domínici.

La Academia Venezolana se instaló formalmente el 26 de julio de ese año, en el marco de la celebración del centenario del natalicio del Libertador. Fue así la primera academia venezolana, seguida luego por la Academia Nacional de la Historia, creada cinco años más tarde en 1888, y la quinta academia hispanoamericana luego de las de Colombia, Ecuador, México y El Salvador, seguida por la de Chile, patria adoptiva de Andrés Bello. Vale destacar que los tres países que formaron la primera República de Colombia fundada por Bolívar, llamada luego la Gran Colombia para diferenciarla de la actual, estuvieron entre los primeros en crear sus Academias de la Lengua Española.

La Academia Venezolana de la Lengua quedó constituida de la siguiente manera: Antonio Guzmán Blanco, con el cargo de Director; Julio Calcaño, como Secretario Perpetuo; Manuel Fombona Palacio, como Bibliotecario Perpetuo; y los numerarios Antonio Leocadio Guzmán, Rafael Seijas, Jerónimo Eusebio Blanco, Manuel María Fernández, Aníbal Domínici, Eduardo Blanco, Jesús María Sistiaga, José María Manrique, José María de Rojas, Jesús María Morales Marcano, Marco Antonio Saluzzo, Felipe Tejera, Amenodoro Urdaneta, José Antonio Calcaño y Eduardo Calcaño.

A lo largo de sus 140 años, que la hacen una de las instituciones culturales más longevas del país, la Academia Venezolana de la Lengua se ha consolidado como una corporación al servicio del país, valga decir sin pleonasmo de ningún tipo del país todo, que viene a ser una manera de enfatizar ese carácter abierto y plural. La Academia Venezolana de la Lengua ha devenido en una institución garante del patrimonio lingüístico y literario y de la tradición, entendida en singular como hilo conductor de las distintas manifestaciones lingüísticas, socioculturales y literarias en un sentido amplio.

Basta con nombrar a quienes, para mi honra me han precedido en la presidencia de la Academia Venezolana de la Lengua, para darse una idea del quehacer institucional mediante la sola proyección de la vida y obra de sus directores y presidentes y secretarios. Han sido sus directores y presidentes Antonio Guzmán Blanco (1883-1899), Marco Antonio Saluzzo (1899-1912), Pedro Arismendi Brito (1912-1914), Francisco de Sales Pérez (1914-1917), Rafael Villavicencio (1917-1920), Juan de Dios Méndez y Mendoza (1920-1933), Juan José Abreu (1933-1940), José Manuel Núñez Ponte (1940-1965), Simón Planas Suárez (1965-1967), Pedro Pablo Barnola (1967-1976), Edgar Sanabria (1976-1979), René De Sola (1979-1982), José Ramón Medina (1982-1985), Pedro Díaz Seijas (1985-1991), Luis Pastori (1991-1997), José Luis Salcedo-Bastardo (1997-2003), Oscar Sambrano Urdaneta (2003-2009), Alexis Márquez Rodríguez (2009-2009), Blas Bruni Celli (2009-2011) y Francisco Javier Pérez (2011-2015). Sus secretarios lo han sido Julio Calcaño (1883-1918), Juan E. Arcia (1918-1931), José Ramón Ayala (1931-1940), Edgar Sanabria (1940-1951), Rafael Yépez Trujillo (1951-1972), Pedro Sotillo (1972-1977), Pedro Díaz Seijas (1977-1979), Luis Beltrán Guerrero (1979-1997), Ramón González Paredes (1997-2003), Manuel Bermúdez (2003-2008), Horacio Biord Castillo (2009-2015), Yraida Sánchez de Ramírez (2015-2017) y Rosalina García de Jiménez )desde 2017). En la actualidad la vicepresidenta es Da. Yraida Sánchez de Ramírez, la secretaria Da. Rosalina García de Jiménez, el bibliotecario D. Rafael Ángel Rivas y vocal D. José Napoleón Oropeza. Cinco presidentes de la República han sido individuos de número: Antonio Guzmán Blanco, su fundador; Rómulo Gallegos (electo, aunque no llegó a incorporarse); Edgar Sanabria; Rafael Caldera y Ramón J. Velásquez.

La Academia Venezolana de la Lengua forma parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) y participa activamente en los proyectos panhispánicos, especialmente mediante las comisiones de Lexicografía, coordinada por D. Luis Barrera Linares, y de Gramática, coordinada por Da. Lucía Fraca. La Academia publica su Boletín desde 1933 y en los últimos años ha cambiado el formato impreso, así como el de todas sus publicaciones, a ediciones electrónicas. En 1934 se creó el premio Andrés Bello que en tres etapas distintas ha sido otorgado a Rafael Caldera (1935), Edgard Sanabria (1936), Hugolino Hernández (1938), René De Sola (1941), Oscar Palacios Herrera (1942), Lucas Guillermo Castillo Lara (1942), Efraín Schacht Aristeguieta (1942), Rafael Yepes Trujillo (1943), Mauro Páez Pumar (1945), Francisco Freites Barros (2007), Elena Cardona (2008), Rafael Cadenas (2015), Jesús Olza Zubiri, s. j. (2017) y Esteban Emilio Mosonyi (2019). Debe destacarse asimismo que el anterior presidente, actual vicedecano (o sea, el segundo numerario de mayor antigüedad) y único expresidente vivo se desempeña como Secretario General de la ASALE desde enero de 2016, tras su elección en noviembre de 2015. Este hecho constituye un gran honor, reconocimiento y proyección para nuestra corporación en el ámbito panhispánico.

Con muy limitados recursos y carente de presupuesto operativo, pero consciente de su historia, obligaciones y tareas, la Academia Venezolana de la Lengua apuesta con fe y optimismo al futuro de Venezuela y de todos quienes, sin distingos ni diferencias, integramos el país, sea de manera individual o colectiva.

En este aniversario, bendiga y salve Dios a Venezuela y en ella y con ella a su Academia Venezolana de la Lengua.

hbiordrcl@gmail.com