Por feliz iniciativa del Consejo Internacional de Enfermeras, instituyó en 1974, el *»Día Internacional de la Enfermera (o)»*, recordando la fecha natal de Florencia Nightingale, abnegada mujer fundadora de la primera escuela de enfermería en el mundo y dignificadora de esta noble profesión.
Nació el 12 de mayo de 1820 en la Villa Colombia en Florencia, ducado de Toscana-Italia.
La profesión de enfermería ejercida por mujeres, no era bien vista a mediados del siglo XIX; se les consideraba de baja categoría.
En Londres le asignaron a Florencia en 1853, el cargo de Superintendente hospitalaria.
Durante la guerra de Crimea, (1854-1856), donde participaron: Gran Bretaña, Francia y Turquía contra Rusia; esta sacrificada mujer demostrando vocación de servicio, estuvo en el frente de batalla, recorriendo las trincheras, facilitando con varias voluntarias el apoyo sanitario y dando ánimo a los cientos de soldados heridos.
Era conocida como:
*»La Dama de la Lámpara»*.
Experiencia que le permitió escribir más de doscientos libros y folletos relacionados con el ingreso y funciones de las enfermeras.
Material de lectura imprescindible, traducido en varios idiomas.
Florencia organizó en noviembre de 1854, un equipo de enfermeras conformado por treinta y ocho voluntarias, para trabajar en Constantinopla hoy Estambul.
Con su experiencia y conocimientos de matemáticas y estadísticas, organizó un registro detallado de enfermedades y su debido tratamiento.
En Londres recibió el apoyo para organizar los hospitales militares de manera de hacerlos mas eficientes, logrando bajar la mortalidad.
Activó en 1860, una fundación, con la cual creó en el hospital de Saint Thomas de dicha ciudad:
*La Primera Escuela de Enfermería y Hogar para enfermos, primera de su tipo en el mundo*.
Promovió con su ejemplo y actividad, el respeto y la dignidad que merecen las mujeres que escogieron esta sacrificada, honrosa, benefactora y digna profesión.
Varios países imitaron la magnifica iniciativa e instalaron institutos similares.
Durante el desarrollo de la guerra contrajo «Brucelosis».
Para preservar la salubridad de los ambientes hospitalarios, recomendaba: buena alimentación, aire puro, agua pura, desagües eficaces, limpieza y luz.
La reina Victoria le otorgó en 1883, la Cruz Real y el rey Eduardo VII la Orden al Mérito, primera mujer en recibir tal distinción.
Falleció en Londres el 13 de agosto de 1910, a la edad de noventa años, enterrada en la iglesia de Santa Margaret.
No llegó a casarse, pues consideraba a su profesión como un apostolado a tiempo completo.
El Consejo Internacional de Enfermeros en Suiza, abarca ciento catorce asociaciones en todo el mundo con millones de miembros.
El Doctor margariteño Francisco Antonio Rísquez, (1856-1941), dirigió en Caracas los primeros cursos de enfermería.
Paula Santiago de Sanoja, (1905-1975), nacida en Puerto Rico, llegó a Venezuela en 1930, formó trece promociones de enfermeras.
Aurora López Pérez, (1911-1993),
realizó estudios de enfermería en Maracaibo, su ciudad natal, culminados en la U.C.V en 1945. Pionera y luchadora por el gremio en Venezuela.
Fundadora de la Asociación de Enfermeras del estado Zulia.
En 1970, la gobernación creó el Premio de Enfermería con su insigne nombre.
Antonia Fernández, graduada en Panamá, es considerada como la Primera Enfermera de Venezuela.
Fundó en 1938, los Servicios de Enfermería adscrito al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social.
Durante la Pandemia con millones de víctimas, el personal de enfermería se ha mantenido en la primera linea de combate, con una excepcional y arriesgada participación.
Reciban el reconocimiento y el permanente estímulo en la abnegada profesión.
Enhorabuena
Eumenes Fuguet Borregales.