La historia de la imprenta y los libros en Valencia es verdaderamente rica. A lo largo del siglo XIX la ciudad verá surgir talleres de renombre como los de Joaquín Permañer, Bartolomé Valdés, la Imprenta del Teatro de Legislación de N. Carrasquero, la de Juan De Sola, la Imprenta de R. Rodríguez, la Imprenta Colombiana de Santiago Morales, la Imprenta del Comercio de L. Pérez, la Imprenta de La Voz Pública de los González Guinán, la Imprenta del London Bazar de Méndez Hermanos, la Tipografía Mercantil de Chambón, la Imprenta de El Diario y la Tipografía Artística de Ramón Mijares. De estos establecimientos, los de Juan De Sola, La Voz Pública, la Tipografía Mercantil y London Bazar fueron los más renombrados y de mayor producción.

Sin embargo, será la imprenta, quincalla y librería de Méndez Hermanos fundada hacia 1862 y ubicada en el No. 95 de la calle del Comercio, quienes también dirigen el periódico “London Bazar”, la más completa al destacar, igualmente, en el negocio editorial durante las últimas tres décadas del siglo diecinueve. En efecto, desarrollan una importante actividad en ese campo a través de la Casa Editorial y Librería Universal Méndez Hermanos del que salen libros de instrucción primaria entre cuyos títulos, hasta ahora fichados por nosotros, se encontraban el Compendio Abreviado del Catecismo de Perseverancia, de Monseñor J. Gaume; el Método Práctico para Aprender la Ortografía Castellana, de Julio Castro; el Tratado de Aritmética Elemental, del presbítero Manuel Piñero Olivero; las Primeras Lecciones de Pedagogía, por Julio Castro y otros autores; el Catecismo de Historia de Venezuela, de Antonia Esteller; el Catecismo de Doctrina Cristianasegún E. Ripalda y otros autores; el Catecismo de EconomíaDoméstica, del Doctor Francisco Machado; el Libro Primero, Libro Segundo y Libro Tercerodel doctor Enrique Mandevil.

Hay que recordar que a partir de 1870 cuando el Gral. Guzmán Blanco dicta el Decreto de Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria, una de las tareas inmediatasserá contar con textos de enseñanza idóneos, lo que quedó, principalmente, en manos de particulares yla evaluación y recomendación hecha por entes oficiales como las municipalidades, de allí lo lucrativo del negocio. Algunos de los textos editados por Méndez Hermanos merecieron varias y lujosas ediciones. La Cartilla o Doctrina Cristiana, por ejemplo, en su duodécima edición tenía una hermosa viñeta del Redentor del Mundo en la carátula, las Tablas de Cuentas (Las cuatro reglas y sus definiciones) alcanzó la novena edición, el Libro Primero del doctor Mandevil, tuvo doce ediciones y fue “enteramente corregido y empastado, con nuevos grabados y un hermoso cromo en la carátula, para hacerle agradable la enseñanza á los niños”.

A la usanza de la época, acompañaron su negocio editorialde una bien dirigida campaña de mercadeo obsequiando ejemplares a sus colegas de la prensa, a fin de que promocionaran los libritos: “Llega á nuestro escritorio – dice un suelto periodístico- enviada por los apreciables señores Méndez Hermanos, dueños del London Bazar en Valencia y fecundos editores, la muy interesante obrita que lleva por título: Método práctico para aprender la Ortografía Castellana y se debe á la ilustración del aventajado pedagogo señor Julio Castro./ Esta obrita encierra en pocas páginas un método de enseñanza basado en los sistemas mas modernos y consiste principalmente en seguir al mismo tiempo el estudio de la escritura y ortografía con la lectura./ Hemos visto juicios muy favorables de personas muy competentes y ateniéndolos á ellas, ya que el nuestro es nulo, no vacilamos en recomendarla”. En El Porvenir, órgano de prensa de Tinaquillo, se lee: “Los señores Méndez Hermanos, propietarios del London Bazar nos han obsequiado con un ejemplar del Tratado de Aritmética Elemental según el sistema moderno de enseñanza oral por el Presbítero Manuel Piñero Olivero./ Recomendamos a los maestros este magnífico Tratado de Aritmética cuyo método, precisión y sencillez lo hacen digno de ser el texto de todos los planteles de educación./ Damos las gracias a dichos señores”.

La tipografía del London Bazar, por otra parte, estaba a la vanguardia en el arte de la impresión, contando con un variado surtido de cromos, tarjetas, finos papeles y cartulinas. Tenía, además, un gran número de fuentes o tipos para textos, títulos y combinaciones, y no dudaba en señalar que “se imprime todo lo que se relaciona con el arte…”.

En 1889 el catálogo de obras literarias ofrecido por la librería era vasto, incluyendo Los misterios de París, novela de Eugenio Sue, vertida al castellano por Emilio Prieto y Villarreal y adornada con numerosos grabados, El Ingenioso Hidalgo o Don Quijote de la Mancha, en edición corregida por la Academia Española, la Divina Comedia, edición ilustrada, en versión castellana de don Enrique de Montalbán y otras importantes obras de poesía y novela pero todas ediciones europeas, por lo que Méndez Hermanos pareciera haber concentrado su actividad editorial en obras educativas principalmente. La librería llegó a tener 2.500 tomos de las obras de Julio Verne, recibidas de España y enviadas por el célebre editor madrileño don Agustín Jubera, de quien eran agentes y corresponsales en la ciudad. Funcionaban, además, como agencia de las librerías de Rojas Hermanos (Caracas), de Picón e hijo (Maracaibo), y de Cosmos Editorial de Madrid, Carlos Bouret y Garnier Hermanos, las dos últimas de París. Los libreros también utilizaron los talleres de Juan Antonio Segrestáa en Puerto Cabello, para la impresión de algunos de los títulos editados por aquellos. Este fue, sin duda, el caso de un breve trabajo de Julio Castro, tituladoTablas auxiliares al sistema titulado: El sentido común aplicado a los números (1877), y pudo ser el de otras obras que conformaban su catálogo.

A pesar de su extraordinaria labor editorial, son muy pocos los ejemplares que vieran luz en esta imprenta y que se conservan hoy en bibliotecas públicas; probablemente existan sí algunos ejemplares en manos de particulares y bibliotecas privadas a la espera de su hallazgo y catalogación, lo que permitiría un estudio más a fondo de esta, sin duda alguna, importante imprenta valenciana.

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@PepeSabatino