Uno de los crímenes más extraños y todavía luego de 84 años, es el ocurrido el 30 de junio de 1923, en el Palacio de Miraflores de Caracas. Se trata del asesinato de Juan Crisóstomo Gómez, hermano del General Juan Vicente Gómez y a quien este cariñosamente llamaba “juanchito”. Ambos habían llegado a Caracas con el General Cipriano Castro desde los helados paramos andinos con la Revolución Liberal Restauradora.
Juancho a diferencia de su hermano mayor, factor fundamental de la revolución, no participó en las acciones militares pero se traslado a Caracas una vez que Castro toma posesión de la Primera Magistratura. Cuando en aquel año de 1908, el Cabito viaja a Alemania en busca de salud, su compadre de “La Mulera”, le asesta sendo Golpe de Estado y se hace de la Presidencia de la República. Luego que Gómez toma el poder, reforma la Constitución, creando 2 vicepresidencias, una para Juancho y la otra para su hijo José Vicente.
En la mañana de aquel 30 de junio, Juan Crisóstomo es encontrado muerto apuñalado en su habitación del Palacio de Miraflores, suceso que provocó una gran conmoción a todo el país, especialmente en Caracas. Mientras en las calles, el horrendo crimen era comentado en susurros y se atribuía a la pugna domestica familiar, dividida entre los seguidores de la victima, denominados “juanchistas”, y del delfín “vicentistas”, el régimen responsabilizaba de la autoría intelectual a los sectores adversos al régimen, y se desata una brutal represión. Como autor material del hecho fue finalmente acusado el capitán Isidro Barrientos, en complicidad con el ayudante de confianza del ultimado.
Lo expuesto en los párrafos anteriores, constituye la verdad oficial de tan fatuo evento. Es un episodio perfecto de nuestra historia contemporánea, para evidenciar como sobre un hecho se tejen diversas conjeturas y como el revisionismo histórico pone en ciernes la historia oficial.
Historiadores de la talla de Domingo Alberto Rangel y Manuel Caballero, muestran como la revisión y análisis de un contexto histórico nos dan una idea sobre los hechos y personajes más cercanos a una realidad. En el caso que traemos en este artículo, se ha manejado la hipótesis del elemento homosexualidad como base de un crimen pasional. Cuenta Rangel en su “Gómez el Amo del Poder” : “ Juancho Gómez desató su pasión por los varones en la Caracas donde más de un muchacho podía complacer, su ayudante le suministraba zagaletones bien escogidos”, igualmente señala Rangel: “Juancho la noche antes de su muerte había asistido a una revista en el Teatro Olimpia junto con un mozo llamado Vito Modesto Franklin. Es un figurín de la ciudad y Juancho ama aparecer junto a él para darse aires de tolerante y extravagante.”
Por su parte Caballero, aunque no descarta la homosexualidad, como leive motive del crimen, afín más su tesis en el elemento de las disputas familiares por la herencia del poder entre José Vicente y Juancho. La muerte de Juancho entronizaría a José Vicente como primero en la dinastía Gómez.
Ciertamente las características del crimen, dan mas credibilidad a las tesis de Rangel y Caballero sobre la historia oficial.
Vemos como la historia oficial y la historia de los vencedores, no siempre son verdad, cuando mucho verdades a medias o medias verdades, pera casi nunca una plena verdad.
Estamos seguros que la investigación histórica y el revisionismo, nos dará mas temprano que tarde la realidad de sucesos y hechos emblemáticos en la historia contemporánea de nuestro país, tales como el 11 de Abril de 2002, el referéndum revocatorio de 2004 y otros.