*»Cumbre de la gloria americana»* .
*»Consolidó la independencia del Peru, proclamada en Lima por el general José de San Martín el 28 de julio de 1821″*
El general de división Antonio Jose de Sucre, fue designado el 30 de mayo de 1823, «Comandante General del Ejército Unido Libertador».
El 9 de diciembre de 1824, antes de enfrentarse al ejército del virrey José de la Serna Martínez Hinojosa, el joven general cumanés de 29 años arengando a su ejército, les dijo:
*“ Soldados, de los esfuerzos de hoy, pende la suerte de América, otro día de gloria va a coronar vuestra Constancia.
¡Viva el Libertador! «*
Nuestro Libertador se encontraba en Lima, impedido de comandar tropas por Decreto del Congreso del 28 de julio.
Bolívar le escribió el 6 de octubre a Sucre:
» Haga Usted, lo que mejor le parezca, esta autorización no incluye ni modificación ni restricción «*
Ayacucho en lengua Quechua significa «Rincón de los Muertos». Se encuentra en la Pampa de Quinua a 3.500 metros de altura.
El Ejercito Unido, integrado por catorce países al mando de Sucre contaba con 5.780 soldados y el de La Serna 9.310, de los cuales 8.000 eran americanos, quien ocupaba la mejor posición del area de operaciones, con superioridad en: personal, artillería y logística.
Sucre aplicaba su capacidad de estratega, sin exponer su tropa a la derrota; se movilizaba cerro arriba, historia adentro.
Como un interesante aspecto a resaltar, fue que a las ocho de la mañana, los oficiales de ambos bandos se acercaron y abrazaron fraternalmente, debido a la familiaridad y aspectos comunes.
A las diez de la mañana se inició la magna batalla.
La division realista de Jeronimo Valdés con la vanguardia, se enfrentó a las unidades ubicadas en el flanco izquierdo de Sucre a las órdenes del general José Lamar.
El resto del ejército de La Serna, descendió desde el cerro Condorcunca, cargando contra el grueso del Ejercito Unido; en la reserva realista quedaron los batallones Gerona y Fernando VII.
La Primera División del Ejercito Unido, al mando del neogranadino José María Córdova, avanzó en compacta formacion, apoyado por dos piezas de artillería; reforzado con la incontenible caballería del general inglés Guillermo Miller.
Córdoba pronunció su famosa frase:
*»División, armas a discreción, de frente, paso de vencedores»* .
Sucre lo denominó por su resuelta participación:
*»El héroe de Ayacucho»* .
Al final de la operación ofensiva, Córdova colocó en la cima del Condorcunca la gloriosa Bandera Tricolor.
Sucre lo ascendió a general de división en el mismo campo de batalla.
El denodado general caroreño Juan Jacinto Lara, al mando de la Reserva, reemplazó en el área de combate al general Córdova.
El intrépido coronel José Laurencio Silva, nacido en Tinaco, aún con tres heridas continuó luchando.
El mariscal José La Mar, con su Segunda División de peruanos, destacó en la persecución de las fuerzas en retirada, para completar el éxito de la acción bélica.
A la una de la tarde el virrey La Serna que había recibido siete heridas, quedó prisionero junto a gran número de sus oficiales.
Las bajas informadas por Sucre fueron de 370 muertos y 609, heridos, mientras que las realistas fueron estimadas en 1.800 muertos, 700 heridos y 2.000 prisioneros.
*» La capitulación de Ayacucho «* .
Luego de tres horas de tenaz combate, Sucre obtuvo el resonante triunfo ante un ejército derrotado más no humillado, ofreciéndole una de las capitulaciones más honrosas de las habidas en la historia universal. El general Jose Canterac representó al virrey .
En el mismo campo sobre una roca, de su puño y letra, Sucre le escribió al Libertador.
*”Está concluida la guerra, completada la libertad del Perú, me he tomado la libertad de realizar ascensos y recompensas para los oficiales que se destacaron…por premio para mi, pido a usted me conserve su amistad”*
No se podía esperar menos nobleza y lealtad de este ínclito hijo de Cumaná.
Sucre solicitó el ascenso a coronela para Manuelita Sáenz, por sus exitosas actividades logisticas y de inteligencia .
Igualmente ascendió a Juan Jacinto Lara, José Laurencio Silva, José de la Trinidad Morán, Arthur Sandes, y Florencio Jiménez entre tantos brillantes oficiales.
El 27 de diciembre el Libertador emitió en Lima un decreto designando a Sucre, «Gran Mariscal», con el sobrenombre de “General Libertador del Perú”.
El 12 de febrero de 1825, el Congreso Constituyente del Perú lo reconoció con el dictado de “Gran Mariscal de Ayacucho”.
El Congreso de Colombia lo ascendió el 14 de febrero de 1825 a “general en jefe”.
La Municipalidad de Lima, le entregó una espada de oro guarnecida con brillantes.
La población de Cochabamba le regaló a Sucre una «Pluma de Oro», guarnecida con perlas, la cual regaló a la municipalidad de Cumaná, para que sus paisanos escriban las hojas brillantes que caben en la historia de la revolución emancipadora y los sacrificios heroicos de este generoso pueblo.
A la única persona a quien Bolívar le escribió una biografía, fue a este joven paladin, ( Resúmen Sucinto de la vida del general Sucre).
Al informárselo en febrero de 1825 expuso:
*“Usted créame general, nadie ama la gloria tanto como yo, jamás un jefe ha tributado mas honor a un subalterno. Ahora mismo se está imprimiendo una relación de la vida de Usted hecha por mí. Cumpliendo con mi conciencia, le doy a Usted cuanto merece; esto lo digo para que vea que soy justo; desapruebo mucho lo que no me parece bien, al mismo tiempo que admiro lo que es sublime”* .
En relación a la batalla de Ayacucho y al héroe, Bolívar escribió:
*»El general Sucre es el Padre de Ayacucho, es el redentor de los hijos del sol, es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada”*
Eumenes Fuguet Borregales. eumenes7@gmail.com